Una oportunidad para descubrir y entender el mundo a través de otras formas, olores, colores…

Desde el parking de Majavilán, es donde comienza nuestro camino. Un grupo de gente variada con niños de 3 a 13 años. Los de 3 aunque estén acostumbrados a parque y colegio, andarán todo el camino con ayuda de vez en cuando. A lo largo de la excursión, los niños van cogiendo confianza y deciden unirse a otros participantes independientes a los progenitores, donde coexiste la solidaridad el respeto y donde siempre hay manos dispuestas a ayudar.

Llegar al Puente del Descalzo por el que pasa el Arroyo de la Fuenfría resultó de lo más sencillo. Desde allí se podía divisar la Ducha de los Alemanes donde seguramente por su forma, mucha gente de otras épocas se bañó antes de que en el siglo XX le dieran aquel nombre. El rey Felipe V (1728) mandó levantar el puente para facilitar el acceso al Palacio de La Granja, su residencia favorita que estaba situado en un punto de coincidencia con la calzada romana y es posible que se reutilizasen los materiales del puente que los romanos edificaron para cruzar el Arroyo de la Fuenfría.

El sonido del arroyo reverbera en la montaña. Y la Ducha de los Alemanes unos metros más allá, es el resultado de cómo el agua se abre paso sobre esas lenguas naturales de la montaña que la conduce hacia abajo y caprichosamente en esa pequeña cascada que forma una cortina de agua, cuyo suelo no tiene profundidad.

Habiendo conquistado estas dos metas, lugar donde los niños juegan, decidimos subir hacia el Refugio de Navarrulaque en una pradera donde compartir la merecida tranquilidad de un lugar así. Precioso valle donde parar y tomar algo. Andando, vamos descubriendo un camino que nos sumerge en el placer de poder disfrutarlo. Durante la ruta, seguimos escuchando el sonido de los arroyuelos y el eco de muchas épocas donde otros por allí anduvieron. Los niños durante el camino, también exploran.

Al final de este periplo, se integra de forma consciente en los niños la conexión con todo lo que les rodea. Una oportunidad para descubrir, entender el mundo a través de otras formas, olores, colores… Poder observar a otros participantes podrá ser una forma más de instruirse.

Oona Velasco (Antigua Alumna y actual mama de Alessandro de 3 años y de Ischia de 1º de primaria)