Redescubriendo Sigleros Montañeros

23/11/2018

Me embarqué en esta aventura de Sigleros Montañeros, ya desde su inicio, porque a mi pareja y a mí nos gustaba mucho salir a la montaña, a hacer rutas sencillas, y con Bruno pequeñito y en Madrid, que no es nuestra ciudad de origen, no sabíamos muy bien cómo montárnoslo.

Así que la iniciativa nos pareció genial desde un principio, tanto, que nos unimos al grupo de una forma activa; primero organizando excursiones, y cuando el proyecto tomó forma y necesitó una entidad jurídica, asociándonos a la Asociación Convive y ocupando puestos en ella, participando en todas las actividades y acciones que han permitido que el proyecto de Sigleros salga adelante.
Pues bien, 3 años después, he decidido que me encanta Sigleros Montañeros, por muchas razones además de la montaña pura y dura.

Me encanta que mis hijos, y también los adultos, aprendamos a relacionarnos con gente muy variada. No siempre con el mismo grupo, el de nuestros amigos, con los que estamos en nuestra zona de confort y no necesitamos esforzarnos para relacionarnos. Con Sigleros Montañeros esto, sencillamente fluye.

Ya en las acampadas de junio y septiembre se nota, pero es que el fin de semana de la última excursión lo he visto tan de cerca que me ha emocionado.

Julia, mi hija de 5 años (de la clase de 5 años A), ha descubierto a Claudia y a Rosa Candela también de 5 años.

El viernes, después del torneo de tiro con arco me llevé a Claudia a casa. Julia y ella que habían coincidido mil veces en el cole y en las excursiones, se vieron por primera vez. Se lo pasaron pipa, no querían separarse, y Julia me dijo: Mamá, ¿sabes que tiene 5 años como yo?

Y el domingo, en la excursión, también se descubrieron Rosa, Candela y Julia. ¡Son compañeras de clase! 2 años enteros viéndose a diario, y el domingo, cuando volvíamos a casa en el coche, le dijimos a Julia: «qué bien te lo has pasado con Rosa Candela, no?» Y Julia, totalmente emocionada, nos contestó: «Siiiii, es la primera vez que me lo paso tan bien con ella».

Y esto Julia, pero además, el domingo, también en la excursión, se formó un trío Bruno-Marco-Guille, que daba gusto verles disfrutar y compartir juegos, conversación, aventura y camino.

Bruno y Marco, con 10 años, son grandes amigos del cole, pero a Guille le ven sólo de vez en cuando en las excursiones y acampadas de Sigleros, porque él no va al Siglo, y además es dos años más pequeño.

En esta ocasión no tenían mucho más dónde elegir, había venido mucho niño bastante más pequeño así que por edad y similitud de juegos eran ellos tres y… tachán… la magia surgió. Se rompieron las barreras de la edad, se rompieron los tabúes de pertenencia al grupo y los tres se descubrieron también.

Por eso, porque a veces coincidimos pero no nos vemos. Por eso, porque Sigleros Montañeros es algo más que paseos por la montaña, por eso…

¡¡¡Muchas gracias Sigleros Montañeros!!!

Asún Obón
(Mamá de Bruno, de quinto de primaria, y de Julia, de 5 años)