Mi primera salida con Sigler@s Montañer@s

01/02/2019

La excursión al Mirador de los Poetas ha sido nuestra primera excursión con Sigler@s Montañer@s. Las previsiones eran de frío y no sabíamos si iba a ser un buen comienzo, pero finalmente, dejamos las dudas a un lado y el domingo estábamos en el sitio justo a la hora señalada para comenzar la ruta.

Una vez llegamos todos los participantes en la excursión, unos 30, tanto del cole como de fuera, nos dirigimos hacia la calzada romana. Yo iba con mi marido Justo y mi hija Laura de 5° B de Primaria.

Patrick, el presi, nos comentó que, debido al mal tiempo iban a acortar la ruta; que almorzaríamos por el camino pero que no íbamos a pararnos a comer porque el sitio previsto era un poco desagradable con frío.

Nos recomendó juntarnos lo más posible para evitar que los guías se quedaran helados esperando a los más rezagados.

También nos presentó a nuestros guías: Ángel, (también diseñador de la ruta), y Javier. El resto también nos presentamos y dio comienzo la marcha.

Y empezamos a subir por la ancha calzada romana. Coger el ritmo me costó un poco al principio. No soy precisamente una deportista, más bien lo contrario, pero charlando con los otros montañeros, se me hizo mucho más llevadero.

Para los niños la diversión comenzó pronto, en cuanto vieron la nieve y empezaron varias peleas de bolas de nieve.

Como dice mi hija: «la nieve mola».

Pasamos por el precioso arroyo de los acebos y enseguida el camino se hizo más difícil. Había que tener cuidado con el hielo, las raíces y las piedras, y además era cuesta arriba. Hubo algunos resbalones, pero nada grave.

Cuando llegamos a la pista de la República otra vez volvimos a andar por un camino con poca pendiente y suave… Hasta que subimos un poco más y empezó a hacer un viento bastante fuerte y desagradable.

Ya era la hora de parar a almorzar y nos arrimamos a la orilla del camino, pero por mucho que nos pegábamos a la roca, el viento seguía siendo muy molesto.

Menos mal que nuestros guías, que estaban pendientes de todo y de todos, subieron hasta el mirador y volvieron con la noticia de que arriba no hacía tanto aire.

Movimos el «campamento» y efectivamente en el mirador hacía menos aire y además lucía el sol. Allí pudimos disfrutar de unas maravillosas vistas y coger fuerzas para el regreso.

Bajamos por un camino distinto al previsto porque nuestros guías Ángel y Javier, vieron que había otra alternativa mucho mejor con el frío que hacía.

Así que empezamos el descenso. A mí, la verdad, es que se me hizo más duro que la subida, pero mi hija bajaba con una facilidad increíble y de vez en cuando se paraba a animarme.

Cuando llegamos a una zona llana y despejada nos sentamos a comer de nuevo y a descansar. Allí se estaba de maravilla, sentados o tumbados y tomando el sol.

Y nos quedó el último empujón hasta volver al coche. Ese rato estuve hablando con mi hija de superhéroes de Marvel y de DC y se me pasó sin darme cuenta.

El reto estaba cumplido. Y lo bueno era que además ¡teníamos la tarde libre!

Esa noche dormimos de maravilla y a la mañana siguiente, aunque no nos lo esperábamos, ¡ninguno tuvimos agujetas!

No puedo despedirme sin antes dar las gracias a nuestros guías Ángel y Javier, y a Patrick y al resto de los Sigler@s Montañer@s que organizan estas rutas de una forma totalmente desinteresada.

Esta ha sido nuestra primera excursión con Sigleros Montañeros pero seguro que no es la última.

¡Gracias Sigler@s Montañer@s!

Rosa Gómez
Madre de Laura Cortés 5º B Primaria

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