La mujer artista durante la dictadura franquista

14/06/2020

En España, durante los cuarenta años de la dictadura franquista, se reivindicó un modelo femenino madre-esposa, reproductora de hijos y de costumbres, donde la mujer como sujeto activo, dueña de sus actos y opiniones, no tenía cabida. El campo de las artes no fue una excepción. Las mujeres artistas españolas quedaron en un segundo plano en los principales movimientos artísticos, incluso muchas fueron olvidadas.

Todo comenzó con la II República en 1931, cuando se dieron las condiciones necesarias para que las mujeres tomasen el lugar que les correspondía en diferentes ámbitos de la cultura, la educación o la política, haciéndose portavoces de una multitud de cambios que se venían demandando desde hacía unas décadas.

Con el estallido de la Guerra Civil en 1936 y los casi cuarenta años de la dictadura franquista, se truncó finalmente el destino y aspiraciones de todas ellas. La sociedad del franquismo restauró un modelo de feminidad extremadamente tradicional que recluía a las mujeres en el ámbito de lo privado y les negaba todos los derechos como personas adultas.

Sin embargo, no todo fue silencio absoluto: gracias a la voluntad de resistencia de unas pocas mujeres antifranquistas, la lucha continuaría en la clandestinidad y, a veces, sin estar en la clandestinidad, algunas reivindicaron su derecho a la palabra. Es el caso de algunas mujeres artistas, que utilizaron su arte como herramienta para plasmar lo que sucedía en el país y a la vez para denunciar todo aquello que atentaba contra la humanidad, y sobre todo contra las mujeres.

Hay cantidad de increíbles mujeres artistas que fueron borradas de la memoria tras la dictadura franquista; Marga Gil-Roësset, María Teresa León, Rosa Chacel, Concha Méndez, Ángeles Santos, Margarita Manso, Maruja Mallo, María Zambrano, Josefina de la Torre o Ernestina de Champourcín son algunas de estas mujeres.