18/02/2021

¿Para qué sirven los apoyos visuales?

Los apoyos visuales son un puente para conocer, comprender, participar en igualdad de oportunidades y avanzar. Usemos los apoyos visuales siempre que nuestros alumnos los necesiten, porque mejorar la comprensión de lo que les sucede mejorará su bienestar, su calidad de vida y su felicidad.

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Que levante la mano aquella persona que, a lo largo de su vida, nunca ha necesitado el apoyo de algo o de alguien para avanzar.

Es probable que en nuestro camino, en algún momento, necesitemos algún tipo de ayuda para poder disfrutar de las mismas oportunidades que los demás. Pueden ser unas muletas cuando me rompo una pierna, pueden ser unas gafas cuando me doy cuenta de que no veo bien, puede ser una calculadora para aquellas operaciones tan enrevesadas o tal vez un perro que me guíe y acompañe en mi cotidianeidad. Los apoyos son puentes, medios para alcanzar mis metas.

Dentro del entorno escolar es frecuente que los niños, en algún momento de su escolaridad, tengan algún tipo de necesidad de apoyo en algún aspecto de su desarrollo curricular, social, personal y emocional.

Los apoyos que podemos poner en marcha para dar respuesta a las necesidades de los niños pueden ser materiales, personales y visuales.
Hoy queremos detenernos en estos últimos, grandes aliados para mejorar la comprensión del mundo en que vivimos.

Para comprender de forma rápida lo que es un apoyo visual pensemos en este ejemplo:

Cuando viajo al extranjero y no domino el idioma, no entiendo los carteles, las costumbres, los usos horarios puedo sentirme agobiado, nervioso, perdido ¿Qué busco para comprender mi entorno? Iconos, imágenes, pictogramas, dibujos… en definitiva, apoyos visuales.

Pero no es necesario irnos lejos para darnos cuenta de que en cualquier entorno que no conocemos buscamos apoyarnos permanentemente en claves visuales: el icono del baño, las señales de tráfico, los semáforos, los horarios… Con el tiempo, una vez comprendemos y dominamos ese entorno y aprendemos dónde está el baño, dónde hay un paso de peatones en el que debo parar o a qué hora abre o cierra esa tienda, podemos dejar de necesitar esos apoyos.

Los apoyos visuales nos ayudan a comprender nuestro entorno y a desenvolvernos en él mientras no tengamos las herramientas necesarias para hacerlo sin ellos. En algunos casos puede que los necesitemos toda la vida, como unas gafas no se dejan de necesitar.

Estos apoyos nos ayudan a etiquetar lugares y asociarlos a la actividad que allí se hace, permiten conocer la secuencia de actividades que voy a hacer a lo largo del día (el horario), ayudan a conocer cuándo empieza y cuándo acaba una actividad y cómo avanzo a lo largo de la jornada o cómo gestiono el tiempo. También facilitan la comprensión de un texto, ayudan a comprender las normas y a regular mi comportamiento, a entender cómo se siente otra persona, a asumir responsabilidades, conocer a los miembros de mi equipo, organizar mis trabajos y objetos personales o conocer el menú del día.

Los apoyos visuales permanecen, y puedo volver a ellos si lo necesito. Cuando el lenguaje oral, que es invisible, no lo comprendo aún o no lo retengo en mi memoria el tiempo suficiente, el apoyo visual es mi aliado para ser protagonista en mi vida o, simplemente, un recurso que me ayuda a recordar cómo se escribe una letra, un número o una determinada palabra.

Los apoyos visuales son un puente para conocer, comprender, participar en igualdad de oportunidades y avanzar.

Usemos los apoyos visuales siempre que nuestros alumnos los necesiten, porque mejorar la comprensión de lo que les sucede mejorará su bienestar, su calidad de vida y su felicidad.

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