07/04/2022

Estimulación Cognitiva

Cada día, en las sesiones dedicamos uno o dos ejercicios que ayudan a recuperar la plena atención del aprendizaje y despiertan de manera consciente la actividad cerebral de los alumnos. Se trata de actividades que trabajan las funciones ejecutivas más importantes (atención, planificación, razonamiento, memoria e inhibición) y que constituyen la base de los aprendizajes superiores.

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El tema de este post nos recordará a lo que muchos llaman “gimnasia cerebral”. Nuestros ejercicios se aproximan a éste término, pero debemos evitar entenderlo como una intervención aislada. Se trata de una ayuda complementaria a los ejercicios específicos.

A lo largo del día realizamos pequeñas actividades que hemos adoptado e integrado tanto en nuestro día a día que se vuelven automáticas, invisibles y vacías de aprendizaje. Cada día, en las sesiones dedicamos uno o dos ejercicios que ayudan a recuperar la plena atención de ese aprendizaje y despiertan de manera consciente la actividad cerebral de los alumnos. Se trata de actividades que trabajan las funciones ejecutivas más importantes y que constituyen la base de los aprendizajes superiores. Algunas de estas actividades trabajan la flexibilidad cognitiva, para preparar al alumno en su pensamiento crítico y resolver problemas matemáticos, ejercicios de lógica y comprensión lectora. Otras actividades ejercitan la velocidad de pensamiento, para fortalecer la memoria operativa (memoria con la que retenemos la información y la usamos al instante). También damos mucha importancia a la capacidad de anticipación, para que sean capaces de organizar información y manipularla en función de sus intereses. Como ejemplo podríamos poner el uso de la agenda y la organización de las tareas escolares, organizar los tiempos de estudio según reconozcan sus capacidades, o distribuyan a lo largo del fin de semana las tareas. La capacidad anticipadora también es crucial para la resolución de problemas matemáticos en los que se combinan más de una operación. Normalmente los alumnos se enfocan en una determinada información y no reflexionan sobre su relación con otra información. Ejecutan de manera inmediata. Para que los alumnos no comentan errores por ir demasiado deprisa, no prestar atención o por no haber pensado mejor el enunciado, trabajamos estas capacidades: reflexión, anticipación y atención. Estas actividades, convertidas en rutinas de estimulación cognitiva son el entrenamiento idóneo para preparar al alumno para la sesión y sus aprendizajes.

Por ejemplo en esta actividad trabajan la velocidad de procesamiento, habilidades perceptivas, anticipación y planificación. El alumno debe adaptar uno o dos dedos según indican los cuadros. Ambos hemisferios cerebrales están en funcionamiento, de forma conjunta y colaborando en una tarea compleja. Necesita toda su atención para no anticiparse y equivocarse por lo que interpreta los cuadrados antes de marcar con los dedos.

En esta otra ejercitan la agilidad en el cálculo mental y la atención. Se “entrenan” para mejorar su rendimiento académico en materias como las matemáticas. Deben sumar consecutivamente los resultados a la nueva carta. Mentalmente calculan la suma de la carta nueva con el resultado del montón, pero solo deben pronunciar el resultado no pueden decir en voz alta la operación. Por lo que también trabajan la inhibición y la planificación (ser capaces de controlar un impulso).

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