El colegio Siglo XXI participa desde hace dos años en el proyecto Madrid Agrocomposta.

Se trata de un proyecto de Educación Ambiental sobre compostaje de residuos, promovido por diversas entidades sin ánimo de lucro, y sostenido por el Ayuntamiento de Madrid. Cuando nos hicieron la propuesta, gracias a los hortelanos del huerto urbano, pensamos que tendría un enorme potencial educativo y que podría posicionar al colegio como un centro abierto y comprometido con el medio ambiente.

Madrid Agrocomposta es una red en la que participan colegios, mercados de abastos, huertos urbanos comunitarios y vecinos que donan su materia orgánica para que sean los agricultores quienes la composten en sus huertas agroecológicas para obtener abono para sus tierras.

Los Centros Escolares como nodos de recogida han demostrado tener un alto nivel potencial, por el interés educativo y ambiental, la calidad del biorresiduo y la posibilidad de actuar como correa de transferencia de la recogida selectiva de calidad a otros colegios y familias.

Nosotros pertenecemos a la red de centros escolares que donan sus residuos orgánicos junto con el CEIP Picasso, CEIP Méndez Núñez, CEIP El Sol y el CEIP Luis Cernuda.

El colegio Siglo XXI, junto con el colegio Luis Cernuda, es pionero en el proyecto.

El resto de colegios se han ido uniendo al proyecto animados por la coordinadora del comedor del colegio y Ángel, responsable del proyecto en el Luis Cernuda, en una jornada de valoración del proyecto para centros escolares.

El volumen de producción de residuos orgánicos de nuestro comedor es muy alto, y por ello, se valoró como una gran oportunidad para fomentar la participación de los alumnos y trabajadores en esta iniciativa.

El Ayuntamiento de Madrid adjudicó, ya en la fase piloto, la contratación del proyecto Madrid Agrocomposta a Economías BioRegionales.

Ahora, ya en la tercera fase, la coordinación con ellos es muy estrecha.

Son ellos los que han propuesto la formación tanto a los trabajadores del comedor como a los alumnos en cuanto a impropios y compostaje, los que facilitan la visita de los distintos cursos a las huertas de El Chorrillo en Paracuellos del Jarama y a La Huerta de Leo en Rivas Vaciamadrid y los que nos aportan toda información para la transformación en un colegio sostenible y con la invitación a ser miembros de una red con bastante apoyo institucional.

En los dos primeras fases de proyecto (marzo/julio 2016 y octubre/diciembre de 2016) el proyecto se presentó como experiencia piloto y ahora, en su tercera fase (octubre 2017/octubre 2019) es toda una realidad con un respaldo institucional real, evidenciado por Inés Sabanés, concejala de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, en la presentación del proyecto realizada en nuestro colegio ante todo los medios de comunicación.
La recogida de biorresiduos la realiza la Asociación El Olivar, cuyo responsable más visible es Josemi. Ellos trabajan en un espacio dedicado a la prevención y reinserción social para jóvenes sin hogar. Ellos son los que gestionan el trasporte de la materia orgánica para el agrocompostaje. Karin y Carlos son los chicos encargados de realizar la recogida de la residuos orgánicos del comedor del colegio, todos los días de la semana a primera hora de la tarde.

Esta tercera fase del proyecto nos servirá para apoyar de nuevo este proyecto y seguir siendo uno de los pocos centros escolares de Madrid en donar sus residuos orgánicos del comedor.

La basura orgánica que generamos en los comedor del colegio es la que se recoge para llevarla a las compostadoras de los agricultores con lo que es importante que la separación de la basura se haga correctamente y con el menor número de impropios en la zona orgánica. Los residuos orgánicos generados en nuestro comedor son separados por los propios alumnos desde 3º de primaria y hasta 4º de ESO, cuando terminan de comer. Por todo esto, somos un nodo de gran importancia ya que la separación de residuos la hacen los propios niños y niñas, lo que todavía da más mérito a nuestro nodo, que es uno de los que más basura aporta.

Este tipo de proyectos están en el ADN del colegio y de su propio proyecto educativo, poniendo como muestra una de nuestras señas de identidad de esforzarnos en estar abiertos al medio.

Todos los trabajadores del servicio de comedor recordamos diariamente que debemos de traducir nuestra participación en oportunidades educativas; que planteamos problemas de los que hemos aprendido (por volumen de basura, gestión de impropios) y que trasladamos al equipo directivo porque el aprovechamiento pedagógico de este proyecto no tiene límites.